Diseño Industrial y ética :: Paulina Trejo


Por Paulina Trejo
El diseñador tiene una tarea, no directa, pero que viene implícita en el momento en que alguien decide que se va a dedicar a “crear”. No es que un día nos despertemos y digamos que queremos que en 30 años vean que en 2014 éramos alegres, depresivos o lo que sea. Simplemente al momento de crear, expresamos y dejamos parte nuestra esencia en dicha “creación” (no me atrevería a ponerle un nombre ni más específico ni más amplio); al dejar para de nosotros, dejamos rastros de la época, el pueblo, la cultura, los avances tecnológicos, actividades, entorno, deseos, ritos, sociedad, etcétera. Es por esto y “nada más” que por esto que cada que tomamos algo en nuestras manos, éste nos puede contar una historia a través de sus formas y discursos. Nos ayudan a situarnos en una realidad.

Siempre he tenido la creencia de que el diseñador, es un artista cuyas creaciones tienen una función tenido la creencia de que el diseñador, es un artista cuyas creaciones tienen una función nuestra esencia en dicha. No sólo vaciamos nuestro cerebro, ideas, pensamientos, emociones y conflictos en cada uno de nuestros bocetos, sino que también creamos emociones, pensamientos o mínimo ideas en nuestro espectador, usuario o consumidor a través de la ergonomía, los materiales, los procesos, los mecanismos y el “lazo”, que podría decir es cíclico que se produce entre alguien que ve nacer, crecer, desarrollarse y llegar a más personas su obra y el propietario final de la misma.

La globalización es un tema de controversia, al menos en mi cabeza, nos ha dado muchas cosas buenas achicar fronteras, acercarnos y darnos total accesibilidad a las tecnologías, materiales, ideas y todo lo que hay alrededor del mundo; sin embargo no todo es rosa y próspero. De la mano de el sin fin de beneficios que hemos obtenido, vienen las partes complicadas o creadoras de conflictos, como las fuerzas conservadoras que menciona el texto. Pero a mí me parece más importante profundizar en el tema del bien y el mal, que lo podemos relacionar con lo bonito y lo feo, el buen y el mal diseño así como el blanco y negro y la controversial existencia de los grises.

Nietzsche dice que la moral no se construye en base a las decisiones que tomamos, sino que es una decisión (individual) que tomamos, lo que hace que la moral sea subjetiva. Principio que creo que debemos tomar todos los diseñadores a la hora de diseñar, ¿es feo o bonito? ¿es un buen diseño o malo?, según quién. No debemos dejar que las normas de la sociedad en la que vivimos dicten lo que hay dentro de nosotros, los grandes momentos tanto del arte como del diseño se han dado cuando alguien se atreve a hacer algo fuera de lo común…algo que está “mal”.

Otro tema que crea batallas interminables en mi cabeza, así como noches de insomnio convertidas en reflexión, es el triste uso, quizá mejor dicho abuso que se le ha dado al diseño, a la creatividad y al cerebro humano. Nos hemos dejado llevar por el signo de pesos o la moneda que sea, por la riqueza y por la fama sin importar qué es lo que pisoteamos. No nos importa cubrir una necesidad real, sino crearla y con ellos el consumismo, no nos importa el impacto ambiental que este mismo consumismo propiciado por nosotros va a dejar, no nos importa por encima de cuantas personas tenemos que pasar para lograr el “éxito”, no nos importa si podemos diseñar algo que mejore la vida de miles de personas en África, si del otro lado tenemos la opción de diseñar una silla que va a estar expuesta en la mejor galería, en la que nadie se va a sentar porque sólo unos cuantos la pueden pagar. Es momento de que abramos los ojos y empecemos a darle importancia a las cosas importante que nos rodean y dejar de preocuparnos sólo por nosotros mismos. Si bien el mundo es una “unidad”, no tenemos que ser ciegos, “El mundo es complejo…es conflicto”.

Hace una semanas, en una conferencia del Rector David Fernández Dávalos, expuso, que en la actualidad se le exige a las universidades crear productos, “La cultura dominante y el ADN han convertido el éxito PERSONAL en una nueva religión”. Se trata de ir más lejos, ver más allá de lo que a los monstruos trasnacionales y líderes de la economía mundial les interesa que veamos, “El mundo no es como lo hemos visto ahora, el mundo es ancho, ajeno y distinto”

La mercadotecnia es una súper herramienta, tampoco se trata de juzgar y satanizar todas las facilidades y herramientas que tenemos hoy en día como diseñadores. Pero hay maneras, no encuentro algo que te enriquezca como persona en vender y meter en la cabeza de alguien la idea de necesitar algo que no esté creando un bien social o individual. Creo que todo esto se resume y un tanto embellece en la cita de First Things First Manifiesto 2000 “nos hemos criado en un mundo en el cual las técnicas publicitarias y sus medios se nos han presentado como el lugar, más lucrativo, más eficiente y deseable donde utilizar, nuestros talentos…esta es la manera en que el mundo percibe al diseño. El tiempo y la energía profesionales se usan para atender demandas de cosas que, a lo mejor, no son esenciales”.

México es un país maravilloso, con mil y un cosas que mostrar al mundo y una infinidad de personas talentosas; que desafortunadamente somos muy conformistas y egoístas; no nos atrevemos fácilmente a salir de nuestra zona de confort, y una vez que alguien se atreve, los que seguimos en ella, sólo estamos esperando a ver su caída, y los que ya están arriba no hacen nada por abrirle las puertas y facilitarle las cosas.

“Pensar globalmente y actuar localmente”, frase sacada del texto, creo que es la verdadera clave para que comience un auge en el diseño Mexicano. Tristemente los diseñadores reconocidos en México, se dedican al diseño de élite, sí, lo hacen aquí, pero el grueso de la población no puede comprar y están más dirigidos a mercados en el exterior. No digo que esté mal, cada quién es libre de tomar las decisiones que les parezcan más pertinentes, pero creo que tenemos que empezar por nosotros mismos, tenemos que empezar porque los mexicanos veamos un diseño impresionante mexicano que podamos adquirir, por hacernos sentir orgullosos y reconstruir la autoestima nacional que se ve afectada día con día por la corrupción, narcotráfico y todos los temas que se tratan en la primera plana de la prensa impresa del país.

El Diseñador está llamado a ser una herramienta para el cambio social y dejar de lado que todo es en torno al éxito individual.

Necesitamos, difusión, necesitamos apoyo, necesitamos confianza, necesitamos creérnosla, creer que estamos al nivel de cualquier otro país, en creatividad, intelecto y ganas no existe, distinciones tales como el primer o tercer mundo. El talento existe, todo es cuestión de quitarnos el miedo y los complejos.

Estás en nuestras manos iluminar algo de la oscuridad que nos rodea. “Nadie enciende una luz para ponerla debajo de la cama” (Lucas 8:16)

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