Innovando a través del diseño :: María José Gómez Viñolo


Innovando a través del diseño :: María José Gómez Viñolo
Innovating Through Design
“There is no such thing as an undesigned object- only an object that is well or poorly designed.”
Ésta es una de las últimas ideas que plantea en su artículo Roberto Verganti. No hay objetos sin diseño, sólo un objeto bien o mal diseñado. Después de todo, detrás de cada objeto siempre existe un proceso creativo, sea o no bueno. Ahora bien, ¿qué hace que un objeto esté bien diseñado? Si pensamos en la metodología de cuatro dimensiones de Alessi, debemos considerar costo, función, lo que el objeto comunica y lo que evoca. Esto implica pensar en el material, los colores, el fabricante, la superficie que abarca el objeto, qué tan atractivo es para el usuario, incluso qué clase de sonidos va a producir.
En el artículo ponen de ejemplo una tetera de Alessi (9093) hecha por el arquitecto Michael Graves. Esta tetera tiene una forma bastante común, con un área amplia en la base para calentar agua rápidamente, con una agarradera resistente al calor y un elemento divertido, un pequeño pájaro que ‘silba’ cuando el agua está caliente. Este pequeño detalle hace esta tetera distinta de otras, además de poner un ‘sello’ a la hora del desayuno. Esa pequeña ave de plástico es la encarnación del sonido característico de la tetera que indica que es hora de desayunar (como el olor a café). Dentro de la metodología de Alessi, es un buen producto.

Esta tetera en particular fue parte de un proyecto realizado en 1985. Alberto Alessi decidió que se requería una nueva visión en su línea de artículos de cocina y que lo más apropiado sería tener arquitectos extranjeros para crear este nuevo vocabulario. La razón principal de escoger arquitectos fue que son profesionistas que están acostumbrados a crear algo que seguirá siendo utilizado a futuro (pensemos en un edificio que será ocupado por más de una generación) y que debe seguir viéndose atractivo.
Por esta razón son importantes los trabajos interdisciplinarios. Tener diferentes visiones al crear un producto le da una riqueza mucho mayor que si se estuviera trabajando sólo con diseñadores. Después de todo, un economista y un diseñador tienen una agenda muy distinta y sus prioridades no son las mismas. Puede ser que a uno se le ocurra algo que el otro ni siquiera pensaría. Incluso personas de la misma profesión que sean de diferentes países pueden aportar un punto de vista distinto que finalmente ayuda a enriquecer un producto y ayudar a adaptarlo a un contexto global. Además tenemos la experiencia que se adquiere con trabajos interdisciplinarios. Se aprende de los colegas y el acervo personal de ideas se expande y enriquece.
Lo mismo aplica para compañías que trabajan en conjunto. Tener artículos hechos con la tecnología óptima es posible cuando distintas compañías se encuentran en este tipo de simbiosis (e.g. una compañía de diseño que utiliza la tecnología de otra compañía con credibilidad en el mercado). Hoy en día, hay tantas cosas por saber que sólo da tiempo de ver a fondo unas pocas. Al juntar estos conocimientos, se logra un producto que cubre los cuatro puntos de Alessi y que será más factible que sea atractivo para el cliente. Es una colaboración donde las ideas fluyen libremente y los resultados son más factibles a ser óptimos.
Por último tenemos la difusión del producto. En Alessi y demás compañías de estos grupos de diseño (design clusters), en vez de salir a ver qué quiere el cliente, se hace el producto y se comienza a exhibir en museos, en boutiques exclusivas, para que se comience a hablar de él. Una vez que esté grabado este nuevo producto en la mente de las personas como un exclusivo objeto de diseño, sale a la venta y el consumidor ya tiene en mente que desea este producto. Al asociarlo con la marca, se supone será de excelente calidad y al mismo tiempo será un objeto estético. Sería entonces como cada iPhone que sale. Se hace una gran campaña publicitaria, con anuncios y carteles que describen las virtudes del producto, tiempo antes de que salga el teléfono, para que en la fecha de lanzamiento, ya haya personas esperando afuera de la tienda para comprarlo.
Al crear un producto, buscamos que cubra tantos requisitos para que sea un buen diseño. Al comenzar estas relaciones simbióticas entre disciplinas, entre compañías, entre países, podemos lograr un diseño integral, funcional, estético, que comunicará algo al usuario, que le evocará algo, y tendremos un buen diseño.

Bibliografía

Verganti, Roberto. (2006). Innovating Through Design. Harvard Business Review.

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